- Estudiantes de preescolar, primaria y bachillerato de ocho sedes de la Institución Educativa Rural Monserrate, elaborarán relatos, cuentos y dibujos sobre la fauna y flora de esta zona de la Amazonia colombiana.
- Todas sus creaciones literarias y artísticas serán incluidas en un libro, documento que revelará cómo es la magia biodiversa de este territorio del Caquetá a través de los ojos de los niños y jóvenes.
- Esta iniciativa hace parte de la línea de desarrollo de capacidades del programa de forestería comunitaria de la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS).
Los niños y jóvenes del núcleo 1 del Bajo Caguán, un territorio húmedo y selvático del municipio de Cartagena del Chairá conformado por 16 veredas, han conocido la biodiversidad del territorio a través de relatos, mitos y leyendas.
Desde muy pequeños, sus padres, abuelos y tíos los maravillaron con las historias del enigmático jaguar, felino que en la zona es llamado tigre; la danta o tapir, que dispersa semillas por el bosque; o la boa o guio que zigzaguea en medio de la manigua.
Las plantas también hacen parte de la idiosincrasia de los habitantes del Bajo Caguán. Varias de las especies son utilizadas para curar enfermedades o dolencias, es decir que el bosque les sirve como la única farmacia.
No todos los relatos son positivos. Hace décadas, los primeros habitantes de este territorio del Caquetá vivieron de la caza de animales para comercializar las pieles o la tumba del bosque para sembrar coca.
Varias de esas historias han sido contadas por los estudiantes de las escuelas del núcleo 1 durante las horas de clase. Los docentes, sorprendidos con los relatos, querían hacer algo con esa tradición oral que ha pasado de generación en generación.
“El ideal era que los niños y jóvenes contaran a través de cuentos, relatos y dibujos cómo es la relación que tiene la comunidad con la fauna y flora del territorio”, dijo Sergio Ávila, docente de ciencias naturales de la sede principal de la Institución Educativa Rural Monserrate.
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Profesores de las sedes de esta institución en las veredas Santo Domingo, Cuba, Caño Negro, Quillas, Convenio, Caño Santo Domingo y Nápoles, también querían trabajar este tipo de creaciones literarias y naturales con sus alumnos.
Por eso, cuando se enteraron que una de las líneas del programa de forestería comunitaria de la la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) era el desarrollo de capacidades en las comunidades, formularon varios proyectos.
“Los docentes de las ocho veredas formularon cuatro proyectos para desarrollar habilidades en los estudiantes a través de la creación de cuentos y dibujos sobre la importancia de los bosques y la naturaleza”, informó Beltsy Barrera, profesional de la FCDS.
La fundación se encargaría de darles todos los insumos necesarios para crear las obras literarias y artísticas, como papel, colores, témperas y cartulinas, y al final se publicaría un libro con todos los relatos del Bajo Caguán.
Inicia el proyecto
El pasado 28 de agosto, la FCDS se reunió con los docentes de las ocho sedes de la Institución Educativa Rural Monserrate para hacer varios ajustes a los cuatro proyectos de desarrollo de capacidades que habían presentado.
“Como todos tienen el mismo objetivo, es decir crear relatos, historias y dibujos sobre la biodiversidad del Bajo Caguán, decidimos formular un solo proyecto entre los ocho docentes del plantel educativo”, aseguró Barrera.
Los encargados de liderar estas creaciones serán los docentes Edier Campos (vereda Cuba), Nancy Anacona (Caño Negro), Martha Ramírez (Quillas), Jeraldy Trujillo (Convenio), Leidy Gómez (Caño Santo Domingo), Elizabeth Castaño (Santo Domingo), Alexandra Ñañez (Nápoles) y Sergio Álvila (Monserrate).
“Queremos contar cómo son las relaciones de las familias con el bosque, el río, los animales y las plantas a través de los ojos de los estudiantes. Las historias de los abuelos y personas mayores serán protagonistas”, afirmaron los profesores.
Más de 180 niños y jóvenes participarán en este proyecto de forestería comunitaria. Los estudiantes de preescolar harán dibujos, los de primaria cuentos cortos con imágenes y los de bachillerato relatos más largos acompañados por fotografías.
“Tenemos pensado llevarlos a varios sitios llenos de naturaleza, como las lagunas y los bosques más conservados, para que se inspiren y aprendan más sobre la biodiversidad de su territorio”, precisaron los docentes.
Según Ávila, el profesor de Monserrate, los estudiantes tendrán libertad para crear las obras. “Estoy seguro que van a salir historias como que el tigre se está comiendo el ganado o la cacería. Esos relatos también hacen parte de nuestra historia y deben ser contados”.
En los próximos días, profesionales y técnicos de la FCDS visitarán las sedes educativas para reunirse con los docentes y alumnos. “Vamos a hacer pequeñas charlas sobre biodiversidad y a mostrarles algunos videos de la magia natural de Colombia”, apuntó Barrera.
Aproximadamente a finales de septiembre, la fundación les hará entrega de todos los insumos, como pinturas, pinceles, lapiceros, plumones, sacapuntas, borradores, marcadores, reglas, colores, pegante, crayones, acuarelas, témperas, cartulinas y resmas de papel.
“Durante todo el mes de octubre nosotros nos encargaremos de que los niños hagan los relatos y dibujen la naturaleza de nuestro hermoso Bajo Caguán. También tenemos pensado que cada docente escriba una historia”, indicaron los profesores.
En noviembre, los profesionales del programa de forestería comunitaria de la FCDS en Caquetá visitarán cada una de las sedes para recoger todo el material y hacerles videos a los estudiantes y docentes.
“Con los relatos, dibujos e historias sobre la biodiversidad le daremos vida a un gran libro que nos enseñará, a través de los ojos de los niños y jóvenes, cómo es este hermoso territorio del Caquetá”, concluyó Barrera.
Voces de los docentes
- Sergio Ávila, docente de la sede principal de la Institución Educativa Rural Monserrate.
“Con los cuentos, narrativas e historias de vida del Bajo Caguán contadas por los estudiantes buscamos construir una consciencia que nos ayudé a tener unas mejores relaciones con la naturaleza. Acá vivimos de la madera, frutos y animales de monte, pero tenemos que aprender a vivir sosteniblemente con estos recursos naturales”.
- Leidy Gómez, docente de la sede de la vereda Caño Santo Domingo.
“Este proyecto busca concientizar a los niños sobre el cuidado de la naturaleza a través de las historias y la tradición oral, una gran idea para seguir manteniendo con vida este hermoso lugar. Vamos a conocer las relaciones que tienen los estudiantes con la danta, el cerillo y el jaguar”.
- Jeraldy Trujillo, docente de la sede de la vereda Convenio.
“En el Bajo Caguán, debido a la falta de centros de salud, las plantas son utilizadas para combatir las enfermedades. El proyecto de relatos y dibujos de la biodiversidad con los estudiantes también busca rescatar esa sabiduría ancestral y que todo el mundo conozca lo bonito que es este territorio olvidado y estigmatizado”.
- Martha Ramírez, docente de la sede de la vereda Quillas.
“Este es un hermoso proyecto de conciencia ambiental para que nuestros niños y jóvenes cuiden la naturaleza y aprendan de los saberes ancestrales de los abuelos y padres, como el uso de plantas medicinales. Los cuentos e historias van a llevar a que los estudiantes se interesen más por investigar sobre la biodiversidad del Bajo Caguán”.
- Nancy Anacona, docente de la sede de la vereda Caño Negro.
“Aunque el Bajo Caguán es una zona muy conservada, mucha flora y fauna ha sido maltratada por el hombre. Este proyecto de cuentos ilustrados con los niños y jóvenes es muy importante porque les va a permitir conocer y cuidar la biodiversidad”.
- Edier Campos, docente de la sede de la vereda Cuba.
“Con este proyecto vamos a conocer cómo los niños y jóvenes se relacionan en su vida cotidiana con la flora y fauna del Bajo Caguán. En sus cuentos y dibujos van a expresar cómo es esa riqueza de biodiversidad y las acciones que hacen con sus familiares para conservar el medio ambiente”.
- Alexandra Ñañez, docente de la sede de la vereda Nápoles.
“Este proyecto con la FCDS busca que los niños y jóvenes escriban y dibujen sobre la biodiversidad del territorio. El objetivo es que con estas narrativas ayudemos a conservar la riqueza del Bajo Caguán, como los animales y plantas”.
- Elizabeth Castaño, docente de la sede de la vereda Santo Domingo.
“Este libro tendrá escritos y dibujos de la biodiversidad del Bajo Caguán hechos por los niños y jóvenes. Vamos a conocer cómo se relacionan ellos con el jaguar o tigre, la danta, la boa, la boruga y los micos”.