- Cerca de 15 campesinos de Ecoserranía, asociación que lleva seis años adelantando proyectos de conservación y aprovechamiento sosteniblemente del bosque, participaron en un taller de fortalecimiento de capacidades de la FCDS.
- En este encuentro realizado en una de las veredas del municipio antioqueño de Segovia, profesionales de la fundación los capacitaron en derechos territoriales, cría de abejas nativas sin aguijón y viveros comunitarios.
- La asociación también está interesada en aprender a transformar los productos no maderables del bosque.
La Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), a través de un proyecto con el Fondo Noruego para los Derechos Humanos (FNDH), fortalece las capacidades en medios de vida sostenibles de tres organizaciones campesinas de Caquetá, Meta y Antioquia.
En una gira de intercambio de experiencias realizada la primera semana de mayo de este año en la ciudad de Florencia (Caquetá), representantes de las organizaciones escogieron las líneas que querían fortalecer con la FCDS.
Ecoserranía, una asociación conformada hace seis años y de la que hacen parte 35 familias campesinas del municipio antioqueño de Segovia, priorizaron tres temáticas: meliponicultura, derechos territoriales y viveros comunitarios.
Según Marlon Galeano, representante legal de Ecoserranía, los campesinos están muy interesados en identificar las abejas nativas sin aguijón que habitan en los bosques de sus fincas y aprender a rescatarlas y manejar las colmenas.
“También queremos aprender sobre las figuras de ordenamiento presentes en nuestro territorio para fortalecer el proceso de planificación predial y empezar a darle vida a un gran vivero comunitario para enriquecer el bosque”, complementó el líder social y ambiental.
Entre el 16 y 18 de septiembre, profesionales de la FCDS estuvieron en Segovia para realizar el primer taller de fortalecimiento de capacidades con Ecoserranía, asociación que cuenta con dos permisos de aprovechamiento de especies maderables en cerca de 1.400 hectáreas boscosas.
Cerca de 15 campesinos se dieron cita en la vereda Altos de Manila para aprender sobre meliponicultura, derechos territoriales y viveros comunitarios. El taller inició con una presentación del trabajo de la FCDS por parte de Lorenzo Vargas, coordinador regional en Caquetá.
“Llevamos más de 12 años de trabajo en la Amazonia colombiana adelantando proyectos relacionados con el monitoreo de las coberturas vegetales, conservación del bosque, medios de vida sostenibles, gobernanza, institucionalidad, entre otros”.
Vargas aseguró que la experiencia de la FCDS le permitirá a Ecoserranía trabajar nuevas líneas que contribuirán a la conservación de los recursos naturales y mejorarán las condiciones de vida de los asociados, campesinos que sobreviven de la minería del oro.
“El aprovechamiento forestal sostenible está ligado a temáticas como los derechos territoriales, viveros comunitarios y la cría de abejas nativas sin aguijón. Con este fortalecimiento, la asociación podrá hacer un mejor manejo del bosque”.
Derechos territoriales
Juan Manuel Pinzón, asesor jurídico de la coordinación de Medios de Vida Sostenibles de la FCDS, fue el encargado de abordar la línea de derechos territoriales en el taller de fortalecimiento de Ecoserranía.
El profesional inició la capacitación con varias preguntas a los campesinos sobre la definición de territorio y derechos. “Un derecho es lo que podemos exigir en ciertas condiciones y depende del contexto. Existen derechos individuales y colectivos”.
Luego puso sobre la mesa una temática que despertó el interés de los participantes al ser catalogada como la raíz del conflicto armado en Colombia: la seguridad jurídica de la tenencia de la tierra.
Pinzón presentó el mapa del estado legal de Segovia, una imagen donde se evidencia que cerca del 80 por ciento del municipio hace parte de una de las siete Reservas Forestales de la Ley 2ª de 1959.
“Segovia está ubicado en la zona de Reserva Forestal del Río Magdalena y también alberga los resguardos indígenas La Chinita y Tagual La Po. Estas reservas no son áreas protegidas sino estrategias de conservación con categorías de protección y manejo de los recursos naturales renovables”.
En las siete reservas forestales del país, según aseguró Pinzón basado en los últimos datos del censo del DANE, habitan cerca de 800.000 personas que no tienen títulos de propiedad de la tierra que habitan.
“Estar en Ley 2ª no significa que vayan a sacar a las comunidades y que no tengan derechos. Actualmente existen varias figuras sobre la tenencia de la tierra en zonas con baldíos, como la regularización de la ocupación y las concesiones forestales campesinas”.
El asesor jurídico presentó el procedimiento de regularización de la ocupación y aprovechamiento campesino sostenible de los baldíos en áreas de Ley 2ª contemplado en el Acuerdo 315 de 2023.
“Es una nueva modalidad de administración para los bienes baldíos inadjudicables que reconoce y regulariza la ocupación previa de las familias al interior de las zonas de reserva forestal de dicha ley”.
Esta regularización fomenta el aprovechamiento sostenible de los baldíos al interior de estas zonas de reserva y genera mayores garantías de seguridad a los ocupantes. Es una figura de vocación de permanencia y reconocimiento que cobija a todo el núcleo familiar.
“Es importante recalcar que la minería no es una actividad agropecuaria y por lo tanto no está incluida dentro de esta regularización de ocupación en los terrenos baldíos de la nación”, precisó Pinzón.
Para el jurista de la FCDS, la mejor alternativa para los campesinos de Segovia son las concesiones forestales campesinas, una figura que beneficia a personas jurídicas como asociaciones que tienen tierras dentro de la Ley 2ª.
“Estas concesiones, como las que ha implementado con éxito Guatemala, son para grandes áreas y les permitirán a las organizaciones campesinas fortalecer su trabajo organizacional con el apoyo de la cooperación internacional”, mencionó el profesional.
Al final del taller de derechos territoriales, Pinzón dialogó con los campesinos sobre la importancia del enfoque de género en la Reforma Rural Integral incluída en el punto 1 del Acuerdo Final de Paz.
“Este Acuerdo de Paz es el primero en el mundo en incorporar el enfoque de género. Por ejemplo, les da acceso prioritario a las mujeres campesinas sin tierra o con tierra insuficiente y reconoce las actividades de economía del cuidado”.
Viveros comunitarios
El mayor logro de los 35 socios de Ecoserranía, campesinos que habitan en las veredas El Tamar y La Cristalina de Segovia, es haber logrado la emisión de dos resoluciones por parte de Corantioquia para el aprovechamiento forestal en cerca de 1.400 hectáreas de bosque.
“Nuestro objetivo es consolidarnos en una comunidad campesina comprometida con la extracción y comercialización de productos maderables bajo un enfoque comunitario y que sea reconocida a nivel nacional y en Latinoamérica”, informó Galeano.
Los inventarios forestales en las áreas que hacen parte de los permisos de aprovechamiento arrojaron la presencia de especies maderables como abarco, polvillo, soto, perillo, sapán, alma negra y coco cristal.
“En las Unidades de Corte Anual (UCA) solo se aprovechan los árboles maduros para aprovechar la madera. Los árboles semilleros son intocables porque permiten regenerar el bosque y recogemos semillas para propagarlas”, anotó el representante legal de la asociación.
Uno de los grandes retos que tiene Ecoserranía es consolidar un gran vivero para poder propagar las semillas y luego enriquecer las zonas boscosas. Por eso, los socios escogieron fortalecer esta línea con la FCDS.
Duverney Casanova, profesional de la fundación en Caquetá, fue el encargado de dictar el taller de viveros comunitarios en Segovia, una capacitación que tuvo como carta de navegación la Resolución 0780006 del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
“Esta resolución establece los requisitos para el registro de viveros o huertos básicos dedicados a la producción y comercialización de material vegetal de propagación para la siembra en el país”, dijo el ingeniero.
Luego de explicar algunas definiciones, como la propagación sexual y asexual, germinación e injertación, Casanova explicó los requisitos que deben cumplir para registrar y certificar el futuro vivero de Ecoserranía.
“Es muy importante informar los grupos vegetales y especies a producir y comercializar, indicando su nombre científico y común, además del tipo de material de propagación. Esta lista debe ser definitiva: si luego quieren trabajar otra especie, se debe tramitar otro registro”.
Los campesinos de Segovia también aprendieron que es necesario levantar un croquis detallado del vivero e informar la capacidad de producción y comercialización por especie y que sea acorde a la infraestructura del vivero.
Galeano, representante legal de Ecoserranía, informó que la asociación ya cuenta con el predio para construir el vivero, ante lo cual el profesional de la FCDS le indicó que es necesario acreditar la propiedad, tenencia o posesión del terreno.
“Entre los requisitos también está un certificado de uso del suelo o uno expedido por la autoridad competente donde indique que la actividad a realizar no genera riesgo de acuerdo a lo establecido en el ordenamiento territorial”.
El ICA se encargará de revisar todos los requisitos y si todos son aprobados, realizará una visita técnica de inspección para evaluar las condiciones fitosanitarias y físicas del material vegetal de propagación y la infraestructura del vivero.
El vivero, según la resolución, deberá tener una infraestructura física apropiada que incluya áreas de producción y ubicación de plántulas, manejo de sustratos y llenado de bolsas, desinfección de operarios, disposición final de residuos, almacenamiento de insumos agrícolas, entre otros.
“Si cumplen con todos los requisitos, el ICA va a certificar el vivero y así podrán propagar y comercializar las plántulas. La FCDS tiene experiencia en estos trámites y podemos asesorarlos cuando inicien el proceso de registro”, concluyó Casanova.
Amor por las abejas
En la gira de intercambio de experiencias de la FCDS y el Fondo Noruego para los Derechos Humanos en Florencia, los cinco representantes de Ecoserranía que participaron se enamoraron de las abejas nativas sin aguijón.
En esta actividad, Ary Campo, biólogo de la fundación, les informó que estas abejas son el verdadero oro de la Amazonia y que en Colombia hay registradas 175 especies, aunque seguramente son más porque han sido poco estudiadas.
“En la gira también tuvimos la oportunidad de conocer cómo se hace un rescate en el bosque y como armar las cajas para el montaje de los meliponarios. En Segovia hemos visto muchas abejas, pero no sabemos cómo manejarlas sosteniblemente”, indicó Galeano.
Antes del taller de fortalecimiento de la FCDS en Segovia, Campo asesoró virtualmente a varios miembros de Ecoserranía para que rescataran un nido de abejas nativas sin aguijón en una zona boscosa de Segovia.
Joser Klisman Jaramillo, habitante de la vereda El Tamar, fue el encargado de realizar el rescate. “Ary Campo me dijo que el primer paso era identificar el sonido de las abejas en un tronco caído. Con mucho cuidado corté una parte donde estaba la colmena”.
Un día antes del taller, Joser llevó el tronco a una zona con vegetación ubicada atrás del sitio donde se realizaría la actividad. “La colmena estaba en muy buen estado y la dejamos en una área cubierta”.
La capacitación de meliponicultura de la FCDS inició con una charla sobre la importancia de estos polinizadores. “Por cada hectárea de bosque deforestada pueden desaparecer hasta cinco nidos de abejas nativas. Su cría es fundamental para promover un modelo de aprovechamiento sustentable del bosque”, mencionó el biólogo.
Campo continuó la capacitación con varios tips para hacer un rescate de abejas en el bosque. “Lo más importante es solo rescatar los nidos que están en troncos caídos y los cuales corren un peligro de muerte. Talar un árbol donde hay colmenas es un delito ambiental”.
El biólogo enfatizó en la importancia de georeferenciar el sitio, reconocer la piquera de la colmena y luego abrir con mucho cuidado el sustrato donde se encuentran las abejas sin dañar los huevos del nido.
“El nido debe trasladarse a una caja tecnificada. Es importante pasar la mayor cantidad de huevos y población y tener mucho cuidado con la reina; sin ella no es posible construir el meliponario”.
Campo llevó las partes de una caja tecnificada (23 por 23 centímetros con cuatro gavetas, una base y una tapa) para que los campesinos de Ecoserranía aprendieran el proceso de armado y luego aplicaran los conocimientos con el nido rescatado.
“El objetivo era que aprendieran de una manera didáctica a hacer los meliponarios. Todos ayudaron a retirar el nido del interior del tronco, identificar a la reina y las princesas y probaron la miel y el propóleo, productos saludables con los que pueden endulzar las bebidas”, informó el biólogo.
Conclusiones y trabajo a futuro
Para Marlon Galeano, representante legal de Ecoserranía, el taller de fortalecimiento en medios de vida sostenibles de la FCDS en Segovia fue una jornada de grandes aprendizajes que los campesinos de la asociación socializarán en la comunidad.
“En cuanto a derechos territoriales, pudimos conocer cuáles son nuestros derechos como campesinos, las principales figuras de ordenamiento y cómo acceder a la tierra para poder garantizar la defensa del territorio”.
Según el líder ambiental y social, la capacitación sobre viveros comunitarios fue de gran importancia para continuar con la lucha contra la deforestación que la asociación viene adelantando desde hace más de seis años.
“El gran vivero que vamos a consolidar en el territorio nos va a permitir fortalecer nuestros procesos de compensación, restauración y enriquecimiento del bosque. Con la asesoría de la FCDS, avanzaremos en ese sueño”.
Con la meliponicultura, Ecoserranía le apunta a consolidar actividades económicas alternas y que la forestería comunitaria sea concebida como un modelo integral que vaya mucho más allá de aprovechar la madera.
“Este es un proceso muy bonito que aporta a la conservación del bosque a través de la polinización que hacen las abejas nativas sin aguijón y además nos permitirá a futuro comercializar la miel y propóleo”.
Galeano aseguró que el nuevo trabajo de la FCDS en Segovia, municipio ubicado en el nordeste antioqueño y que sobrevive de actividades como la minería y la ganadería, les permite a las comunidades conocer nuevas opciones para vivir del bosque.
“Es muy grato contar con el apoyo y fortalecimiento de la FCDS, una de las organizaciones que más trabaja la forestería comunitaria en el país y que ha consolidado grandes proyectos en la Amazonia; queremos seguir trabajando mancomunadamente por nuestros bosques”.
Aunque los tres temas abordados durante el taller fueron de gran importancia para la asociación, Karen Meléndez, secretaria de Ecoserranía, considera que la meliponicultura fue el más enriquecedor.
“Segovia es una comunidad que depende de la minería y la madera, actividades que han afectado la naturaleza. En el taller aprendimos que con las abejas nativas sin aguijón podemos cuidar el bosque y empezar a consolidar nuevas actividades económicas”.
Anderson Hernández, campesino de la vereda El Tamar, también considera que con la cría de abejas nativas sin aguijón la comunidad de Segovia puede consolidar proyectos que van a beneficiar al medio ambiente y la economía de los campesinos.
“Aprendimos que al rescatar a las abejas que están en peligro beneficiamos a la naturaleza y podemos hacer un aprovechamiento sostenible que no genera daños. Es un 50/50 donde todos ganamos y le retribuimos algo al bosque”.
Por último, Lorenzo Vargas, coordinador regional de la FCDS en Caquetá, aseguró que el proyecto de fortalecimiento con el Fondo Noruego para los Derechos Humanos (FNDH) le permitió a la fundación ampliar su área de trabajo.
“Es muy valioso poder aplicar todo el trabajo que hemos hecho en la Amazonia en un territorio como Segovia, un municipio que, a pesar de tener dinámicas muy diferentes, puede replicar nuestra experiencia en el manejo sostenible de los bosques”.
El fortalecimiento de Ecoserranía continuará en lo corrido de este año. Según Vargas, ya se tiene contemplado otro taller para profundizar las tres temáticas escogidas por la asociación y abordar otras líneas.
“No tenemos experiencia en el aprovechamiento de especies no maderables del bosque, como convertir los frutos en productos comestibles. Tenemos un gran potencial en el territorio para consolidar un nuevo proyecto de transformación de una forma gradual”, concluyó Galeano.