- El material le fue entregado a 45 familias pijao, piratapuyo y tucano que habitan en este territorio ubicado en los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta.
- Los indígenas también aprendieron a rescatar los nidos de abejas nativas sin aguijón y fortalecieron sus proyectos de transformación de productos de la forestería comunitaria.
- La FCDS, con el apoyo de la embajada de Noruega y Rainforest Foundation Norway – RFN, busca fortalecer las capacidades productivas, derechos territoriales y fomentar la soberanía alimentaria y económica de los tres pueblos del resguardo.
La Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) adelanta un plan de trabajo en los Llanos del Yarí Yaguara II, un resguardo indígena con más de 146.000 hectáreas que ha sido víctima del conflicto armado y el desplazamiento forzado.
La hoja de ruta en este territorio de selvas húmedas y extensas sabanas se basa en tres líneas de acción: derechos territoriales, proyectos productivos sostenibles y manejo forestal comunitario con enfoque étnico.
En lo corrido de este año, varias de las familias pijao, piratapuyo y tucano del resguardo han fortalecido sus capacidades productivas, soberanía alimentaria y económica, y conocido a fondo el avance de las medidas cautelares proferidas en 2017 por un juzgado de restitución de tierras, en favor de ellos.
“Por ejemplo, 45 familias indígenas formularon sus proyectos de huertas caseras circulares, meliponicultura y transformación de productos de la forestería comunitaria”, informó Lorenzo Vargas, coordinador regional de la FCDS en el departamento del Caquetá.
Entre el 5 y 7 de septiembre, profesionales de la fundación ingresaron al resguardo para entregarle a la comunidad los insumos del montaje de sus huertas y meliponarios, además de fortalecer los proyectos de transformación.
La actividad inició con la descarga del material desde los camiones de carga. Juan Carlos Sánchez, vicegobernador, y los veedores comunitarios Ricardo Cano (pueblo piratapuyo), Walter Palomino (pijao) y Julián López (tucano), verificaron el estado de los insumos.
“Las familias se comprometieron a cuidar y mantener en buen estado los insumos entregados. También aseguraron que están muy comprometidos en sacar adelante los proyectos formulados con la FCDS”, apuntó Vargas.
Además de la entrega de los insumos, profesionales de la FCDS realizaron talleres relacionados con cada una de las líneas productivas, es decir huertas caseras circulares, meliponicultura y transformación de productos.
“Este proyecto en el resguardo Llanos del Yarí Yaguara II es de largo aliento y ha contado con el apoyo financiero de la embajada de Noruega y Rainforest Foundation Norway – RFN. Seguiremos brindando acompañamiento a los tres pueblos para que consoliden sus iniciativas”, precisó el coordinador regional de la FCDS.
Abejas nativas sin aguijón
20 familias del resguardo indígena Llanos del Yarí Yaguara II recibieron los insumos para montar meliponarios, estructuras en madera donde van a criar abejas nativas sin aguijón y que les permitirán aprovechar su miel y polen.
Cada una recibió seis cajones de madera de 23 por 23 centímetros (con cuatro gavetas, una base y una tapa), tejas de zinc onduladas para cubrir las estructuras, cintas de enmascarar, tijera hojalata y palanca en acero inoxidable.
Ary Campo, biólogo de la FCDS que lidera la línea de meliponicultura del programa de Medios de Vida Sostenibles, se encargó de capacitar a la comunidad en la instalación de las cajas tecnificadas para las abejas nativas sin aguijón.
“El primer paso es escoger el sitio para instalar la caja. Debe estar ubicado cerca de la casa, retirado de los gallineros, porquerizas y zonas inundables y no estar expuesto totalmente al sol”, precisó el profesional.
En cuanto a los cajones, Campo les informó que estos deben ser de madera de buena calidad y cepillada. “Se debe evitar utilizar maderas recicladas, con olores fuertes y poco resistentes a la humedad”.
Según el biólogo, las cajas tecnificadas tienen el propósito de facilitar las prácticas de manejo y la colecta de la miel sin ocasionar daño a la colmena. “El objetivo es ocasionar la menor perturbación posible a las abejas”.
Las familias también conocieron algunas estrategias para rescatar las abejas, como hacer recorridos por el borde e interior del bosque para identificar los nidos que estén en peligro de muerte y así tomar el punto de georeferenciación.
“Para realizar el rescate de un nido es importante reconocer su piquera y el sitio de ubicación. Luego se procede a abrir el sustrato donde se encuentran las abejas con mucho cuidado y sin dañar los huevos del nido”, indicó Campo.
Posteriormente, el nido se traslada con las manos a una caja tecnificada. “Es importante pasar la mayor cantidad de huevos y población y trasladar a la reina. La caja se deja en el lugar del rescate hasta las 6:30 de la noche y luego se ubica en el sitio del meliponario cerca de la casa”.
La comunidad participó en el rescate de un nido de la especie Melipona Ebúrnea, conocida comúnmente como boca de sapo, abeja alá o abeja rey, de una zona boscosa ubicada en la parcela de una familia indígena a una caja tecnificada.
“En todas estas actividades sensibilizamos a las familias indígenas del resguardo sobre la importancia de criar y conservar las abejas nativas sin aguijón en cajas tecnificadas. Ya están en la capacidad de hacer los rescates y construir los meliponarios”, concluyó Campo.
Huertas caseras circulares y transformados
La FCDS trabaja con 23 familias de este resguardo ubicado en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare en el desarrollo de un proyecto de huerta agroecológica bajo un modelo de permacultura.
Antes de recibir los materiales e insumos para el montaje de sus huertas, Rodrigo Posada, profesional de la fundación, las capacitó en el diseño de estas estructuras donde no se utiliza ningún tipo de químico.
“Este proyecto con enfoque en la soberanía alimentaria es una estrategia que busca aumentar la producción local, fomentar la agricultura orgánica, obtener alimentos saludables y conservar los recursos naturales de la región”.
Durante el taller, Posada presentó una guía para crear una huerta agroecológica que contiene información como la elección del terreno, diseño, construcción, preparación y fertilización del suelo para la siembra.
“También aprendieron conceptos como la alelopatía y se definieron las especies de verduras, hortalizas, plantas medicinales y frutales que son esenciales para garantizar la seguridad alimentaria de las familias del resguardo”, manifestó el profesional.
Por su parte, Viviana González, ingeniera de alimentos de la FCDS, se reunió con las dos familias del resguardo que formularon proyectos de transformación de productos de la forestería comunitaria para fortalecer las iniciativas.
“Se estableció la ruta para la próxima entrega de los insumos en San Vicente del Caguán y se concertó el transporte de los elementos hasta el resguardo. También fueron aclaradas varias dudas que se tenían sobre el proyecto”.
Estas familias participaron en una capacitación sobre las guías de transformación, aplicación de prácticas higiénicas en la manipulación de alimentos y los principales pasos para la preparación de galletas, tortas, mermeladas, deshidratados y obtención de harina.