- En lo que va corrido de 2023, cada día 437 incendios destruyen el bosque colombiano. Cifra que, aunque alarmante, no se compara con las más de 630 alertas diarias que se presentaron en promedio durante enero de 2022.
- La Amazonia y la Orinoquia, como en años anteriores, siguen siendo las principales regiones afectadas por las conflagraciones tal como sucedió en el primer mes de 2023.
- Esta información se obtuvo de un análisis de todo el país adelantado por expertos de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) con información de la plataforma Global Forest Watch e Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais de Brasil (INPE) y los sensores y satélites GOES, NOOA, MODIS AQUA y
TERRA, SUOMI NPP.
Durante los primeros 30 días de 2023 se registraron 13.123 alertas de incendios en todo el país. Vichada, Meta, Caquetá y Putumayo, los departamentos con las más altas tasas de deforestación de los últimos años, concentraron el 59% de las quemas.
Estos datos representan una reducción del 70% de las alertas de incendios si se comparan con las de enero de 2022, cuando se presentaron más de 41.960 alertas de incendios en todo el país.
Buenas noticias que se deben tomar con cautela toda vez que la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) ha detectado algunas zonas con deforestación focalizada, además de que no ha empezado el verano que se ha retrasado unas semanas por el Fenómeno de la Niña. Por eso algunos expertos estiman que en los próximos meses las llamas y deforestación en los bosques amazónicos podría incrementarse.
La mayor alerta se dio recientemente con un incendio en la Serranía de la Lindosa que duró dos días y cuyas llamas, según reportes oficiales, alcanzaron 10 metros de altura, y calcinaron unas 120 hectáreas de bosque. Y en otros lugares del Arco Amazónico, los cuerpos de bomberos empiezan a reportar casi a diario incendios forestales causados por el hombre.
¿Por qué menos incendios?
Los expertos dan varias razones para esta sustancial reducción: Una tiene que ver con el intenso Fenómeno de la Niña que azotó al país durante 2022. En la Amazonía, las intensas lluvias pudieron haber aplazado la tala y, por supuesto, la quema de hectáreas. En otras palabras, los deforestadores estarían esperando la temporada de verano que podría comenzar en las próximas semanas para aumentar los incendios y la deforestación.
Otra razón sería los beneficios que han traído programas institucionales impulsados por ONGs y el Estado, en especial los relacionados con la forestería comunitaria. Cada vez más los pobladores del Arco Amazónico han comprendido que se puede vivir del bosque sin talarlo. Adicionalmente, se suma la declaración del llamado Estado Mayor Central de las
Disidencias de las Farc, de controlar en territorio los procesos de deforestación, así como de incendios y ampliación de la frontera agrícola.
Nukak: una tierra sin control
Aun así, las noticias no son del todo buenas, la deforestación avanza a pasos agigantados por la reserva natural Nukak Maku, y todavía no se ha logrado controlar de manera efectiva el acaparamiento ilegal de tierras. Los sobrevuelos dan cuenta de extensas áreas deforestadas que sin mayor control comienza a volverse tierras ganaderas, de cultivos agroindustriales e ilícitos. Así mismo se sigue evidenciando la construcción de vías de manera irregular en este y otros territorios de la frontera de deforestación amazónica.
Frente a esta crisis ambiental que afecta a los bosques en esta época del año el llamado es a toda la comunidad a reportar estos delitos a las autoridades correspondientes y así contribuir a detener la deforestación que en menos de una década causó la pérdida de más de un millón de hectáreas de bosque en el país.