La FCDS presenta a la Cooperación alemana (GIZ) un análisis pormenorizado de conflictividades en el Sur del Meta y departamento del Guaviare.
La amplia experiencia de la FCDS en esta región le permite dar cuenta de manera detallada del contexto, la historia del conflicto armado, el poblamiento de la zona, los sistemas de productividad, los actores sociales, sus formas de cohesión y las características de los conflictos sociales y ambientales de la zona.
El informe presenta las complejidades a considerar en intervenciones de construcción de paz en una región sensible ambiental y socialmente, con alta presencia histórica de grupos armados que han asumido los roles que el Estado ha dejado de cumplir y están vinculados a la disputa sobre el control del narcotráfico. Región sobre la que existen actualmente intereses de explotación de recursos naturales como de petróleo, palma y otros.
De esta manera, el informe hace una reseña histórica de aspectos relevantes para los conflictos socioambientales de la región y una descripción demográfica y socioeconómica de la población.
Describe, posteriormente, dinámicas económicas alrededor de la ganadería y especialmente los cultivos de uso ilícito. Muestra cómo estos últimos y el procesamiento primario de pasta básica de cocaína son con frecuencia la única fuente de ingresos para la población.
Las distintas actividades económicas en la región han implicado procesos de deforestación, a pesar de la existencia de figuras de ordenamiento legal como áreas protegidas. Sin embargo, el uso que hace la población local de las áreas protegidas no está acorde con la vocación del suelo; esto se explica en parte porque dichas áreas no se han socializado adecuadamente o no han sido señalizadas.
En consecuencia, han sido aprovechadas por actores armados para diferentes fines estratégicos militares, así como para la instalación de cultivos de uso ilícito. Su baja protección legal también las ha hecho blanco de apropiación por otros actores como ganaderos, madereros y mineros.
Las Farc han ejercido roles de autoridad no solo militar, sino penal, ambiental y social.
La praderización de los territorios precede también a su incorporación al mercado de tierras, dinámica que se ve favorecida por la construcción de vías. En esa medida, el informe concluye cómo las carreteras que se han construido por distintos motivos, como ganadería, petróleo, caucho, madera, conflicto armado, narcotráfico, han sido un factor incluso más importante que los cultivos de coca en la deforestación de la zona. Por eso, las condiciones de construcción de la Marginal de la Selva se convierten en un reto fundamental para el futuro social y ecológico de la región.
Las bajas capacidades institucionales contribuyen a la expansión y confluencia de estas actividades económicas informales o ilegales. El informe describe, entre otras, cómo en esta región hay una muy alta ineficacia de la justicia penal, así como una ausencia e información catastral o una alta desactualización de la misma.
A pesar de lo anterior, los campesinos colonos han logrado crear estructuras de organización social, económica y cultural especialmente en las veredas y en la conformación de Juntas de Acción Comunal. Comités Interveredales y organizaciones sociales. La tierra, para la población es no solo el medio de producción, sino uno de los mayores capitales sociales de la población. Se trata de comunidades altamente vulnerables y muy estigmatizadas incluso por el Estado.
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