- Las rutas de la formalización y regularización de la propiedad rural en las zonas de Reserva Forestal de la Ley 2ª, fueron las grandes protagonistas de este taller realizado en San José del Guaviare.
- Los líderes campesinos y campesinas de 25 veredas también fortalecieron sus conocimientos en enfoque de género, acceso a la tierra, titulación y derechos del campesinado.
- Este proceso de fortalecimiento en derechos territoriales de la FCDS cuenta con el apoyo de Rainforest Foundation Norway (RFN) y beneficia a los campesinos de Guaviare y Caquetá que hacen parte del programa de Medios de Vida Sostenibles.
La timidez no hace parte de la personalidad de Sandra Milena Jiménez, una campesina del Guaviare que no para de sonreír y establece con facilidad conversaciones amenas y dicharacheras con todas las personas que conoce.
Sin embargo, esa alegría contrasta con varios recuerdos amargos de su niñez y adolescencia que guarda en su memoria, como los enfrentamientos entre el Ejército y los grupos armados ilegales y la persecución a la comunidad por supuestamente ser parte de la guerrilla.
“Muchos campesinos del Guaviare murieron por las balaceras de ambos bandos. Sumado a eso, quedamos casi en la miseria cuando empezaron los operativos para controlar los cultivos de coca, la principal actividad económica en la región”.
Esa violencia, carencias y faltas de oportunidades la motivaron a convertirse en líder comunitaria de Caño Dorado, una vereda de San José del Guaviare que hace parte de la inspección de La Carpa.
“Como presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda, mi gran objetivo es defender los derechos de los campesinos y garantizar que tengan una mejor calidad de vida. Nací, crecí y creo que moriré en este hermoso territorio amazónico”.
Otro de sus sueños es que Caño Dorado se convierta en un paraje para el turismo de naturaleza. La razón: la vereda cuenta con varias formaciones rocosas que fueron pintadas por los indígenas hace miles de años.
“Esos pictogramas son un tesoro mundial, al igual que los bosques y caños que conforman esta zona y son cuidados por las comunidades campesinas. Me gustaría que la gente mirara al Guaviare con los ojos de la naturaleza”.
Sandra Milena comparte un miedo con su comunidad. Como sus predios están en zonas de la Reserva Forestal de la Amazonia, una figura de la Ley 2ª de 1959, ninguno cuenta con un título de propiedad.
“Desde que tengo uso de razón he escuchado que nos van a sacar del territorio, a pesar que llevamos décadas en la zona y muchos nacimos acá. Tenemos muchas dudas y por eso queremos informarnos bien”.
Hace unas semanas, a la líder comunitaria le llegó una invitación de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) para participar en un taller de derechos territoriales en el casco urbano de San José del Guaviare.
Lo que más le llamó la atención es que en el encuentro se iban a abordar varios de los temas que preocupan a su comunidad, como la tenencia de la tierra, y que además contaría con la participación de varias entidades del orden nacional.
“El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Agencia Nacional de Tierras (ANT) nos iban a presentar varios proyectos y actividades relacionadas con la tierra y el campesinado. Sin pensarlo dos veces, confirmé mi asistencia al taller”.
Participación activa
El pasado 12 de junio, en horas de la mañana, más de 50 líderes campesinos y campesinas de 25 veredas se dieron cita en el Archivo Departamental de San José del Guaviare para participar en el segundo taller de derechos territoriales de la FCDS.
Sandra Milena fue una de las primeras en llegar y fijó su mirada en una exposición ubicada en uno de los pasillos del recinto, una línea de tiempo elaborada por el Ejército Nacional que revela los principales hitos en la historia del Guaviare.
“No sabía que Guaviare antes era parte del Caquetá y que después se llamó comisaría del Vaupés. Quedé muy impresionada con la historia de la fiebre del caucho y todos los indígenas que fueron esclavizados en toda la Amazonia”.
Mientras nutría su mente con nuevos conocimientos históricos, Aníbal Martínez, campesino de la vereda El Rebalse en Calamar, se le hizo al lado. Como es normal en ella, Sandra Milena empezó a conversar con su vecino.
“Mire lo que dice en la bonanza de cultivos ilícitos: en 1978 se pagaban 1,2 millones de pesos por cada kilogramo de base de coca. Hoy en día pagan menos que eso y por eso el negocio ya no es rentable”.
Aníbal le preguntó a su nueva amiga cuáles eran sus principales motivos para asistir al taller. “Yo vengo porque mi finca no se puede titular y quiero saber bien si algún día me van a sacar. Ese rumor está desde hace años en el territorio”.
Sandra Milena le respondió que su motivo era el mismo. “Yo quiero conocer las principales apuestas que tiene el Gobierno Nacional en cuanto al acceso a la tierra. Espero que no sea espacio para discutir sino para aprender mucho y poner fin a la desinformación”.
Con el auditorio lleno con los más de 50 líderes campesinos y campesinas, Raúl Gómez, coordinador de forestería comunitaria de la FCDS en Guaviare, instaló el segundo taller de derechos territoriales.
“Es muy importante contar con representantes de la mayoría de veredas de los tres núcleos del Guaviare (Guayabero, Cristalina y El Capricho) donde marcha nuestro programa de Medios de Vida Sostenibles”.
Según Gómez, el objetivo de esta actividad fue propiciar un espacio de socialización sobre varios mecanismos de acceso a la tierra, como las rutas de formalización y regularización de la propiedad rural en zonas de la Reserva Forestal de Ley 2ª de 1959.
“Para esto, contamos con la presencia de profesionales del Ministerio de Agricultura y la Agencia Nacional de Tierras. Además, la FCDS presentará cómo aborda el tema de enfoque de género en las comunidades”.
Juan Manuel Pinzón, asesor jurídico del programa de Medios de Vida Sostenibles de la FCDS, enfatizó que estas temáticas fueron escogidas por la comunidad en el primer taller de derechos territoriales.
“Estos talleres hacen parte de un proceso de fortalecimiento a largo plazo en derechos territoriales que cuenta con el apoyo de Rainforest Foundation Norway (RFN). Son espacios para que conozcan y dominen las temáticas y así tomen buenas decisiones”.
Pinzón anotó que en todos los talleres se abordarán las temáticas propuestas por la comunidad, como las apuestas del Plan Nacional de Desarrollo en cuanto al acceso a la tierra, la declaración de los campesinos como sujetos de derechos y la Reforma Rural Integral del Acuerdo de Paz.
“Aclaramos que la FCDS no tiene en sus proyectos ninguna meta de generar expedientes tendientes a la titulación o regularización. La fundación no sustituye el interés de las personas para activar las rutas de titulación o regularización”, expresó el abogado.
Enfoque de género
Natalia Gómez, profesional de la FCDS, fue la encargada de informarles a los líderes y lideresas campesinas cómo el programa de Medios de Vida Sostenibles garantiza la participación de las mujeres en Guaviare y Caquetá.
“Trabajamos a través de varias líneas, como la elaboración e incorporación de lineamientos e instrumentos con enfoque de género y el empoderamiento comunitario para el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres a la tierra”.
A través de varios talleres en el territorio, la FCDS ha fortalecido las capacidades de 102 mujeres que trabajan líneas de forestería comunitaria, actividades que también han contado con actividades para sus hijos e hijas pequeñas.
“En esos encuentros reconocemos cuáles son las actividades que realizan las mujeres como trabajo y su aporte a los proyectos productivos. También identificamos las barreras de acceso que tienen a la hora de participar en las acciones de protección y conservación”.
Gómez rompió el hielo de los participantes al preguntarles cuál fue la primera actividad que hicieron antes de venir al taller. Las mujeres respondieron que preparar el desayuno, limpiar la casa y ordeñar las vacas.
¿A alguna de ustedes le pagan económicamente por ese tipo de actividades?, les preguntó la profesional. Ninguna de las campesinas levantó la mano; los rostros de todas se pintaron con sonrisas nerviosas.
“Esto hace parte de la economía del cuidado, ley que reconoce el trabajo no remunerado como una forma de aprovechamiento de los predios rurales que otorga derecho sobre la tierra. Lo que ustedes hacen es un papel fundamental en el mantenimiento de la vida de todas las personas”.
Varias cifras sorprendieron a las lideresas campesinas, como que las mujeres dedican en promedio más de siete horas diarias a las actividades del cuidado, número que en los hombres no supera las tres horas.
“Según la ley de economía del cuidado, en los procesos de acceso y formalización de tierras se reconocerán como actividades de aprovechamiento de los predios rurales, a efectos de la configuración de los hechos positivos constitutivos de ocupación o posesión”, dijo Gómez.
Apuestas del Minagricultura
El segundo momento del taller fue para los profesionales del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Agencia Nacional de Tierras, quienes abordarían las temáticas que más esperaban los líderes y lideresas campesinas.
Jose Luis Quiroga, director de Ordenamiento Social de la Propiedad Rural del Ministerio de Agricultura, empezó con una corta charla sobre la restitución de tierras al interior de las zonas protegidas de la Ley 2ª de 1959.
El experto plasmó como se aborda la restitución de tierras a las víctimas del conflicto armado sin que implique una restricción injustificada del derecho al medio ambiente, además de la sustracción de las reservas a efectos de iniciar los procesos de restitución.
“El actual Plan Nacional de Desarrollo está comprometido en garantizar los derechos de los campesinos, como son los habitantes de las zonas de Ley 2ª como la Reserva Forestal de la Amazonia”.
La atención de los líderes campesinos y campesinas del Guaviare se agudizó cuando Jesica Lemos, abogada del Ministerio de Agricultura, presentó la principal apuesta de la entidad para la Amazonia durante este gobierno.
Se trata de ocho estrategias, como zonas de reserva campesina para contener la deforestación; estabilización de la economía campesina; proyecto de ley conjunto de adjudicaciones en zonas de reserva forestal; y la articulación del plan de zonificación ambiental del postconflicto.
“La estabilización de la economía campesina incluye 12 proyectos agroambientales en Caquetá, Guaviare y Putumayo, una línea de créditos verdes diseñada por FINAGRO y la construcción de la política pública de agroecología”, dijo Lemos.
En cuanto al proyecto de ley de adjudicaciones forestales, la abogada aseguró que es una apuesta de adjudicación forestal con una titulación condicionada a sujetos de ordenamiento social de la propiedad a título gratuito o parcialmente
“Estas adjudicaciones se pueden convertir en un importante instrumento para la lucha contra la deforestación y una herramienta para facilitar acuerdos sociales con las comunidades colono campesinas”.
Rutas de la regularización y la formalización
Carlos Silva, profesional de la Dirección de Acceso a Tierras de la ANT, tuvo a su cargo explicar detalladamente uno de los temas que más les despierta interés a los campesinos que habitan en las tierras húmedas del Guaviare.
Su reto era aterrizar el procedimiento de regularización de la ocupación y aprovechamiento campesino sostenible de los predios baldíos en áreas de Reserva Forestal de la Ley 2ª de 1959 mediante la aplicación del Acuerdo 315 de 2023.
“El Acuerdo 315 es una nueva figura de administración de baldíos y formalización de tierras que deroga todo lo relacionado a los baldíos ubicados en las zonas de Reserva Forestal de Ley 2ª de 1959 en sus acuerdos 58 y 118”.
Según Silva, esta regularización de la ocupación y aprovechamiento sostenible es una nueva modalidad de administración para los bienes baldíos inadjudicables que reconoce y regulariza la ocupación previa de las familias al interior de las zonas de reserva de dicha ley.
“Fomenta el aprovechamiento sostenible de los baldíos al interior de estas zonas de reserva y genera mayores garantías de seguridad a los ocupantes mediante una resolución de regularización que será objeto de registro y publicidad”.
El profesional aseguró que esta nueva modalidad es de vocación de permanencia y reconocimiento, ya que cobija a todo el núcleo familiar, aún ante el fallecimiento del titular del proceso.
“También permite el acceso a líneas de crédito con los bancos de segundo nivel y la priorización para programas de acceso a tierras. Reconoce la relación de tenencia entre la tierra y el campesinado y brinda herramientas para la protección del terreno”.
Silva explicó las etapas de este procedimiento, que abarcan actividades como socialización con actores del territorio, visitas de campo, apertura del procedimiento, acto administrativo de regularización de la ocupación, registro, seguimiento y acompañamiento.
“En caso de que los baldíos objeto de esta regularización cambien su condición de inadjudicabilidad, los beneficiarios tendrán prioridad en cualquiera de los programas de acceso a tierras a los que se apliquen sobre el predio”.
La ruta de la formalización o titulación para una persona natural fue socializada por Alejandro Sánchez, coordinador de la Unidad de Gestión Territorial de la ANT en el departamento del Guaviare.
“Este ordenamiento aplica a personas con patrimonios inferiores a los 250 salarios mínimos mensuales y sin predios urbanos o rurales (con excepción si son para vivienda). No deben haber sido beneficiarios de algún programa de tierras ni tener pena privativa de la libertad”.
Luego de aclarar la definición de baldíos, tierras que carecen de dueño y por ende son propiedad de la Nación, Sánchez procedió a explicar las etapas del procedimiento de titulación en estas zonas.
“Las primeras cinco son la solicitud de adjudicación de predio baldío, recepción de documentación, identificación predial, cruce de base de datos y expedición del auto de aceptación, negación o archivo de la solicitud”.
Luego, según el coordinador, se realizan etapas como una inspección ocular, informe técnico jurídico preliminar, comunicación, informe técnico jurídico definitivo, resolución final y un registro en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos.
Mesas de trabajo y conclusiones
Terminadas las presentaciones de las entidades del Gobierno Nacional, los más de 50 campesinos y campesinas se organizaron en varios grupos para socializar lo aprendido y fortalecer los conocimientos.
Sandra Milena Jiménez, la líder de la vereda Caño Dorado, aseguró que este ejercicio de fortalecimiento le permitió aclarar varias dudas que tenía sobre el rol que cumplen entidades como el Ministerio de Agricultura y la ANT en cuanto a los derechos territoriales.
“Fue muy valioso conocer detalladamente lo que se puede y no hacer en las zonas de la ley 2ª. Me aclararon la gran duda que tenía, es decir si nos podían sacar del territorio en cualquier momento. Los profesionales aseguraron que a ningún campesino esta ley lo han sacado”.
La líder veredal también fortaleció sus conocimientos sobre el acceso a la tierra. “Nos presentaron la ruta de la regularización, unas normas que nos permitirán seguir en el territorio pero cumpliendo con ciertas condiciones sociales y ambientales”.
“Muchos campesinos desconocen a qué tenemos derecho y qué nos puede beneficiar. Estos espacios que la FCDS hace con los líderes son muy importantes porque nosotros vamos a transmitir a la comunidad todos los nuevos conocimientos”, concluyó Sandra.
José Antonio Aguilera, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Manantiales (corregimiento El Capricho), dijo que estos talleres permiten que la comunidad dialogue cordialmente con las entidades del Gobierno para así concretar acciones puntuales.
“Al abrirnos las puertas de los diferentes ministerios y agencias, podemos gestionar muchas cosas para nuestro territorio. Este taller me gustó mucho porque se habló de todos los derechos que tienen las mujeres y la importancia de su voz y voto en la toma de decisiones”.
Para este campesino del Guaviare, con este tipo de capacitaciones podrán reclamar sus derechos con argumentos y “así exigir cosas como infraestructura. Las vías son fundamentales para sacar nuestras cosechas, pero deben respetar la naturaleza”.
Raúl Gómez, coordinador de forestería comunitaria de la FCDS en Guaviare, afirmó que uno de los principales logros de este taller fue que los campesinos conocieron los procesos actuales o en reglamentación para acceder a sus derechos sobre la tierra.
“Conocieron que los campesinos, luego de un cambio en la Constitución Política, ahora son sujetos de derechos. También les presentaron otros elementos asociados como las nuevas apuestas que tiene el Gobierno Nacional relacionadas con el tema de la tierra”.
Jose Luis Quiroga, director de Ordenamiento Social de la Propiedad Rural del Ministerio de Agricultura, expresó que las temáticas abordadas durante este encuentro son fundamentales para fortalecer el trabajo comunitario y ambiental de los campesinos.
“Hemos observado que la materialización del reconocimiento de los derechos de los campesinos se traduce también en la posibilidad de frenar y mitigar la deforestación y los daños a los recursos naturales”.
Para Juan Manuel Pinzón, asesor jurídico de la FCDS, el segundo taller de derechos territoriales dejó dos principales conclusiones. La primera es que sí es posible acercar a las instituciones relacionadas de estos temas con el campesinado de manera tranquila y colaborativa.
“La segunda es que podemos generar una nivelación de información en temas complejos de tierras, como la titulación y la regularización de la ocupación, esta última una figura reciente que tenía un antecedente álgido en el Guaviare”.
Al finalizar el encuentro, los más de 50 líderes y lideresas campesinas escogieron que las apuestas o figuras relacionadas con el campesinado incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo serán los temas a tratar durante el próximo taller de derechos territoriales.
“Vamos a invitar a las instituciones responsables de estos temas para que sean ellas quienes expliquen a fondo sus apuestas y el estado en el que se encuentran. De esta manera, el campesinado podrá hacer una reflexión crítica”, concluyó Pinzón.