Gracias a los ríos voladores que mueven las corrientes de viento, es posible que haya suministro de agua a las ciudades de los Andes.
El volumen de agua evaporada que viaja en el aire, movido por las corrientes de viento que atraviesan Suramérica, constituyen verdaderos ríos aéreos a los que se les ha dado el nombre de “ríos voladores”.
Los ríos voladores son un fenómeno esencial del ciclo del agua, gracias a la selva amazónica y los bosques tropicales.
El agua que llueve alimenta las quebradas y los ríos, y va a la tierra de bosques y selvas, para después evaporarse en la atmósfera, y viajar, movida por las corrientes del viento, para volverse lluvia. Este proceso maravilloso lo explicó el profesor de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín Germán Poveda, integrante del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, y Director del capítulo Antioquia de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, en la cátedra abierta Saberes con Sabor.
Gracias a los ríos voladores que mueven las corrientes de viento que entran por el Atlántico, vienen por la Orinoquía o por la Cuenca Amazónica, llegan a la cordillera de los Andes y transportan agua hasta el Sureste del continente hasta el Río de la Plata, es posible que haya suministro de agua a las grandes ciudades de los Andes, como Bogotá, Lima, Quito y La Paz, así como a las ciudades del Sureste de Suramérica, como Sao Paulo, Buenos Aires y Montevideo, lo que hace posible la vida de millones de personas. Los ríos voladores también están en Colombia, en el chorro del Chocó, por el oeste de Colombia, y en el chorro del Caribe, por el mar Caribe colombiano.
El ciclo hidrológico que representan estos ríos voladores en la cuenca Amazónica y las regiones tropicales hace que el agua de esa lluvia venga en un 50 % de la evapotranspiración del bosque mismo. Esto se llama lluvia reciclada.
De allí, señala Germán Poveda, el llamado de alerta acerca del impacto de la deforestación de la selva amazónica y de los bosques tropicales sobre este maravilloso fenómeno: “La deforestación perse no solamente acaba con la biodiversidad, sino que altera todo el ciclo hidrológico.
De manera que si se corta el bosque amazónico entonces puede desaparecer esa evapotranspiración reciclada de la cuenca amazónica, y afectar la circulación de los ríos voladores de Suramérica”.
Por: Unimedios UNAL Medellín