- La Cooperativa Multiactiva Familias del Chiribiquete (Coomagua) recibió dos permisos por parte de la autoridad ambiental de Guaviare CDA para dos planes de aprovechamiento sostenible de seje y asaí.
- En Guaviare solo existía un permiso de este tipo, por lo que Coomagua se convierte en un referente de conservación y sostenibilidad en el departamento al obtener dos permisos adicionales.
- Las 90 familias que están incluidas en este proceso están en la capacidad de transformar unas 4.000 toneladas por año de asaí y seje durante los próximos 10 años.
Tras siete años de trabajo, comunidades campesinas de zona rurales de Guaviare recibieron dos resoluciones que otorgan el permiso y la autorización para el aprovechamiento persistente de productos no maderables del bosque, por parte de la autoridad ambiental de Guaviare CDA.
Estas comunidades le apostaron a vivir del bosque y encontrar maneras de sacar provecho de él sin derribarlo, para encontrar nuevas maneras de sustento.
A partir de este momento la Cooperativa Multiactiva Familias de Chiribiquete (Coomagua), compuesta por 90 familias de siete veredas de San José del Guaviare y El Retorno, puede hacer uso racional de sus recursos naturales y así garantizar la conservación de 8.000 hectáreas de bosque.
“Este reconocimiento que nos han dado significa que las familias pueden tener una alternativa más en sus bosques que les va a generar rentabilidad y era el sueño que teníamos hace siete años que empezamos con esta idea”, dijo Hermides Moreno Cantor, representante legal de Coomagua.
Y es que esta comunidad ha vivido todo un proceso para llegar a este momento: inició como un grupo de vecinos en busca de alternativas a las economías ilegales y a la ganadería extensiva porque entendieron que estos modelos no iban a durar para siempre por el sistema de tala de bosque permanente. De ahí que empezaran a sensibilizarse sobre el tema y la necesidad de encontrar nuevos caminos de producción.
Así se organizaron como una asociación en El Capricho para luego convertirse en una cooperativa multiactiva a la vez que se consolidó el acompañamiento técnico de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) en los proyectos de forestería comunitaria.
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“Generamos el apoyo técnico estratégico desde la Fundación con el trabajo en campo, los inventarios, los censos, las propuestas técnicas que llevan a que hoy se tengan esos dos permisos de aprovechamiento persistente”, explicó Emilio Rodríguez, coordinador del Programa de Medios de Vida Sostenible de la FCDS.
Este proceso ha contado con el apoyo de socios cooperantes como GEF Corazón de la Amazonía y el Instituto SINCHI cuyos insumos creados por ellos se tradujeron en los planes de manejo que ahora cuentan el apoyo de la cooperación de la Embajada de Noruega y del programa Amazonía Mía.
Esta región del país, vital por la conectividad biológica entre los Andes y la Amazonia, está en permanente presión por cuenta de la deforestación y los modelos económicos insostenibles que se adelantan. Por ello, que surjan organizaciones campesinas que le apuesten a cosechar del bosque en pie es valioso no solo para la región sino para las autoridades ambientales.
“Es un impacto muy positivo en la economía y en el desarrollo social ambiental de nuestro territorio”, recalcó Orlando Castro, director seccional CDA Guaviare quien recordó que la apuesta del gobierno son los núcleos de desarrollo forestal y casos como Coomagua demuestran que sí es posible vivir del bosque ya que generan economías sostenibles.
Ahora, estas familias continúan en un camino que les demandará el fortalecimiento de nuevas capacidades para que este aprovechamiento sea productivo y se replique en más familias de la región. Esto porque procesos como la logística y el montaje técnico que se planificó hay que ponerlo en marcha para que las cosechas de estos frutos puedan ser transformadas y comercializadas con éxito.
En la actualidad las 90 familias que están incluidas en estos permisos estiman que pueden comercializar por año unas 4.000 toneladas entre ambos frutos.
Hermides Moreno plantea que las expectativas de todas las familias agremiadas en Coomagua son inmensas porque tienen la visión de que los productos no maderables sean parte integral de las actividades económicas de las familias, que generen renta y un valor a ese bosque en pie.
“Este momento es muy importante para Coomagua y queremos ser aliados de otras organizaciones para encontrar estrategias que nos ayuden a fortalecer este proceso para que sea sostenible en el tiempo y que los campesinos la vean como la mejor opción económica”, recalca Moreno.