- El programa de forestería comunitaria de la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) ha consolidado 377 iniciativas de bosques productivos con 515 familias de tres zonas del Guaviare y Caquetá.
- En las áreas donde las comunidades desarrollan proyectos como corredores productivos, enriquecimiento de bosques y sistemas agroforestales, la deforestación disminuyó drásticamente su accionar.
- En el Bajo Caguán, territorio de los municipios de Cartagena del Chairá y Solano en Caquetá, la deforestación se redujo un 86%. En El Capricho, corregimiento de San José del Guaviare, la pérdida de bosque bajó un 40%.
- Estos y otros resultados fueron divulgados en el segundo encuentro de los equipos de forestería comunitaria de la FCDS, evento realizado la semana pasada en Bogotá.
La FCDS lleva más de siete años trabajando con los campesinos e indígenas de la Amazonia para que puedan vivir de los bosques húmedos tropicales por medio del aprovechamiento sostenible de las especies maderables y no maderables.
El programa de forestería comunitaria, que cuenta con el apoyo financiero de la Iniciativa Internacional de Clima y Bosque de Noruega (NICFI) y el programa Amazonia Mía, tiene su accionar en tres zonas del bioma amazónico.
El corregimiento de El Capricho en San José del Guaviare; el núcleo 1 del Bajo Caguán en Cartagena de Chairá y Solano, una de las zonas más apartadas e inhóspitas del Caquetá; y el municipio de Calamar en Guaviare.
Estos tres núcleos suman 220.675 hectáreas ubicadas en el área de influencia del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, un territorio donde el bosque en pie sobrevive en más de 47.000 hectáreas.
La fundación trabaja en dos líneas: la identificación de los núcleos de potencial forestal para que las familias aprovechen los productos maderables y no maderables del bosque a partir de su potencial; y la creación de proyectos o emprendimientos de uso sostenible del bosque en las fincas campesinas.
El objetivo de este programa de forestería comunitaria es que las comunidades entiendan que se pueden generar beneficios económicos manteniendo el bosque en pie y que el uso sostenible es una forma de conservación.
Respira el bosque
El 27 y 28 de julio, en el Hotel Capital GHL de Bogotá, se llevó a cabo el segundo encuentro de forestería comunitaria de la FCDS, evento que contó con la presencia de los equipos de Guaviare y Caquetá: 26 profesionales, técnicos locales y coordinadores.
Emilio Rodríguez, coordinador de Medios de Vida Sostenible de la fundación, presentó un balance con los principales resultados alcanzados por el programa de forestería comunitaria en las tres áreas de trabajo.
“Las 515 familias que están vinculadas al programa han consolidado 377 iniciativas de bosques productivos: 189 en Guaviare y 188 en Caquetá. El 35% de los proyectos comunitarios son liderados por mujeres”.
Los corredores productivos consolidados por las comunidades, franjas conformadas por especies maderables, forrajeras, frutales y productos de pancoger que conectan los relictos de bosque, ya suman más de 89 kilómetros.
“Cuatro viveros comunitarios en El Capricho (Guaviare) cuentan con el registro del ICA. Elaboramos un plan de manejo y aprovechamiento forestal de seje y asaí, documento que está en evaluación de la CDA, y consolidamos la empresa comunitaria Coomagua”.
Rodríguez reveló el panorama de la deforestación en las zonas donde marcha el programa de forestería comunitaria, un análisis realizado a través de los datos satelitales del Global Forest Watch; el parte fue bastante positivo.
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Entre abril de 2022 y marzo de 2023, en las 16 veredas que conforman el núcleo 1 del Bajo Caguán en Caquetá se deforestaron 322 hectáreas, cifra que representa una disminución en la pérdida de bosque del 86% respecto al periodo anterior.
En el corregimiento de El Capricho en San José del Guaviare la deforestación fue de 1.709 hectáreas, es decir una reducción del 40% comparada con la pérdida boscosa reportada entre abril de 2021 y marzo de 2022.
Para el coordinador de Medios de Vida Sostenible de la FCDS estas cifras de reducción de la deforestación indican que los campesinos del Guaviare y Caquetá están conservando cada vez más los bosques.
“Sin embargo, es necesario analizar bien el panorama y las condiciones locales que llevaron a esta baja en la cifra de deforestación. Es decir cómo era la situación antes del análisis y todos los actuales factores que pudieron incidir en la gran reducción de la deforestación en las zonas del programa de forestería comunitaria”, enfatizó Rodríguez.
Paz y derechos de los campesinos
Durante los dos días del segundo encuentro de forestería comunitaria, la FCDS hizo varios anuncios sobre el programa que busca conservar y aprovechar sosteniblemente los bosques amazónicos.
“Con el Instituto Humboldt estamos concretando una propuesta para trabajar forestería comunitaria en el resguardo Llanos del Yarí Yaguara II; también con el Instituto iniciaremos un proceso de monitoreo acústico de biodiversidad en las áreas de forestería comunitaria, Y de otra parte, vamos a iniciar un proceso formativo en Guaviare y Caquetá sobre los derechos de los campesinos para acceder a la tierra”, dijo Rodríguez.
El programa de forestería comunitaria de la FCDS también busca fortalecer las capacidades organizativas locales a largo plazo y apoyar el proceso de planificación predial de los usuarios a través de la reconversión de sistemas productivos.
Según Rodrigo Botero, director de la fundación, estas temáticas serán protagonistas en el desarrollo del programa. “Vamos a fortalecer los derechos sobre la tierra y la formación integral de la población, en especial los niños y jóvenes de las escuelas”.
Botero afirmó que la forestería comunitaria está cambiando la cultura en Guaviare y Caquetá, zonas que durante décadas vivieron en medio del conflicto armado con actividades como la coca y la ganadería extensiva.
“Creemos que sí es posible vivir de, con y en los bosques, un cambio cultural que es a largo plazo porque la región lleva más de 50 años en un proceso de colonización. La forestería comunitaria está cambiando el paradigma económico en la selva amazónica”.
Por último, el director de la FCDS aseguró que la nueva fase del programa de forestería comunitaria girará en torno a temas como la paz, mejorar las relaciones del Estado con las comunidades y la transición económica.
“Aún hay mucho por desarrollar y resolver sobre la paz en estas regiones. La forestería comunitaria es una propuesta de vida para las comunidades en todo sentido y por eso le estamos apuntando a las apuestas colectivas y a los proyectos de transformados del bosque”.