La relación existente entre las ciudades y bosques muchas veces ha sido subestimada, ya que el conocimiento que se tiene acerca de estos ecosistemas es limitado. No obstante, el estilo de vida de las capitales depende en gran medida de la buena salud de estos bosques: agua, regulación del clima y calidad de aire que se respira, son algunos de los servicios ecosistémicos que proveen.
Por ejemplo, sabía que cada día la cuenca amazónica respira 20.000 mil millones de toneladas de agua a la atmósfera que son llevadas en forma de nubes cientos de kilómetros por los vientos alisios hasta los picos montañosos que conocemos como páramos, donde los frailejones recogen cada gota de lluvia, para luego formar los ríos que atraviesan el país y así administran el agua que consume el 70 por ciento de la población del país.
Así que cada vez que un grifo se abre y sale agua recuerde que es gracias a que la selva amazónica está en pie. Por ello es responsabilidad velar por su protección, pues este regalo de la naturaleza corre riesgo de desaparecer por culpa de la deforestación que en los últimos seis años ha arrasado con más de un millón de hectáreas de bosque, un territorio equivalente a dos veces Londres.
El proyecto Unido por los Bosques en apoyo de la Embajada de Reino Unido a través de esta animación quiere acercar los bosques a la ciudadanía para que entienda la importancia de proteger esta riqueza forestal que tiene el país.